Las personas, por su naturaleza, estamos en continuo movimiento. Debido al cambio tan
radical hacía el sedentarismo y la comodidad, con un porcentaje bastante elevado en los puestos de trabajo, tenemos que, de alguna manera, facilitar el movimiento corporal en la oficina.
¿Cómo afecta este sedentarismo en nosotros teniendo una oficina mal equipada? Podremos empezar a tener problemas de circulación, dolores corporales por malas posturas, posibles lesiones, incomodidad en el trabajo.
Haciendo una inversión a tiempo contribuirás a mejorar inconscientemente a la mejora de tus trabajadores e indirectamente de tu empresa, beneficiándola.
Según un estudio realizado en la Universidad de Jaén, podemos mejorar nuestro entorno de trabajo mejorando el mobiliario, si usamos el adecuado nos será más fácil mantener una postura correcta.
Puesto que cada persona es diferente, no podemos enfocar el diseño del mobiliario para que sea estático, ya que sólo cubriremos las necesidades de un sector de la población grande, pero no su ciente puesto que dejarmos fuera una gran sección de la población.
Analice el mobiliario de su trabajo. Comenzaremos por el análisis de los elementos principales. Piense en cuántas horas pasa sobre el asiento de su trabajo, ¿está preparada para soportar de cuatro a ocho horas que podemos llegar a pasar sobre ella? ¿está a la altura adecuada? ¿y la mesa, lo está? ¿tendrá las dimensiones adecuadas?
Para ello, debemos analizar por separado los aspectos fundamentales del entorno en que trabajamos:
- La silla.
- La mesa.
- El espacio mesa-silla.
Para esta elección es posible que necesite del asesoramiento de un profesional que pueda aconsejarle la mejor opción dentro de sus posibilidades económicas y llegar a una tipología de mobiliario que se adapte a su bolsillo y a su vez no sea perjudicial para su salud. Mejorando el rendimiento.