No debemos olvidarnos del aislamiento tanto térmico como acústico. Si esto se tiene en cuenta conseguiremos un ambiente acogedor y óptimo para llevar a cabo las actividades necesarias.
Debemos garantizar al usuario que vaya a utilizar el espacio de trabajo una buena acústica, para que esto no genere en él ningún tipo de desconcentración por un exceso de ruido externo a la oficina (tráfico, fotocopiadoras, recepción, conversaciones en la calle, obras...). Podemos usar en este caso materiales fotoabsorventes que deben ir situados en el espacio donde se genere el ruido (zona interior del edificio, por ejemplo, la recepción por el flujo de gente que se puede generar). También es frecueste el uso de cielos rasos de fibra de vidrio o espuma de pulioretano.
Por último, vamos a tratar el aislamiento térmico, pero no por ello menos importante. Tener un buen aislamiento térmico nos puede ahorrar dinero, ya que evitaremos el derroche de energía. Principalmente estos escapes de frío o calor se producen por los cerramiento exteriores y ventanas. Un buen cerramiento nos aislará también acústicamente, por tanto matamos dos pájaros de un tiro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario